La limpieza de un colegio es básica para el buen funcionamiento del centro. Los gérmenes y las bacterias que se acumulan pueden afectar a los niños y hacer que se contagien de algunas enfermedades. Por eso, para mantener las aulas de los colegios limpias en Sevilla es fundamental, sobre todo ahora en primavera cuando comienza la época de alergias. La acumulación de polvo puede aumentar los casos de asma en los más pequeños. Para mantener las zonas de los colegios en perfecto estado es necesario contratar los servicios de limpieza en Sevilla de una empresa que nos dé garantías.
Además de las aulas, donde los niños están la mayor parte del tiempo, también hay que limpiar de manera concienzuda las zonas comunes como pasillos, comedores o gimnasios. Para ello hay que limpiar bien el polvo de todo el mobiliario, especialmente en zonas donde haya más elementos como librerías o estanterías donde se guarden juguetes y objetos de enseñanza para los niños.
Hay que tener especial atención en los aseos y cuartos de baño, porque es una zona donde pueden acumularse gérmenes e incluso mezclarse con el agua. Aunque no es recomendable que los niños beban agua de los lavabos, algunos lo hacen y hay que extremar las precauciones para que no beban agua contaminada limpiando continuamente estas zonas y aplicando tratamientos adecuados a las tuberías de agua para que ésta sea apta para el consumo en todas las fuentes habilitadas en el centro.
La limpieza del suelo es básica: además de quitar los restos de suciedad que pueda haber, hay que quitar bien el suelo con mopas y productos de limpiezas adecuados que eliminen el polvo y además atrasen su aparición. Los productos deben ser aptos para su uso en colegios, por lo que no deben ser muy agresivos ni tener olores fuertes, ya que podría ser molesto para los niños.
Además de las aulas, donde los niños están la mayor parte del tiempo, también hay que limpiar de manera concienzuda las zonas comunes como pasillos, comedores o gimnasios. Para ello hay que limpiar bien el polvo de todo el mobiliario, especialmente en zonas donde haya más elementos como librerías o estanterías donde se guarden juguetes y objetos de enseñanza para los niños.
Hay que tener especial atención en los aseos y cuartos de baño, porque es una zona donde pueden acumularse gérmenes e incluso mezclarse con el agua. Aunque no es recomendable que los niños beban agua de los lavabos, algunos lo hacen y hay que extremar las precauciones para que no beban agua contaminada limpiando continuamente estas zonas y aplicando tratamientos adecuados a las tuberías de agua para que ésta sea apta para el consumo en todas las fuentes habilitadas en el centro.
La limpieza del suelo es básica: además de quitar los restos de suciedad que pueda haber, hay que quitar bien el suelo con mopas y productos de limpiezas adecuados que eliminen el polvo y además atrasen su aparición. Los productos deben ser aptos para su uso en colegios, por lo que no deben ser muy agresivos ni tener olores fuertes, ya que podría ser molesto para los niños.
